La participación de las mujeres en la vida social y económica es crucial para alcanzar un desarrollo sostenible. Esta es la conclusión que se extrae de la rueda de prensa ofrecida por Michele Bachelet y Gro Harlem Brundtland en representación de UN Women, organización de la ONU que promueve acciones en pro de la igualdad de género.
En su intervención Bachelet ha destacado el papel de las mujeres en cuanto a la gestión de recursos como el agua y la agricultura. “Para que haya desarrollo sostenible tiene que haber una transformación social que incluya la equidad de género” ha explicado Bachelet.
La expresidenta de Chile ha afirmado que “el lenguaje que se está usando en la cumbre no es perfecto, pero es bueno y esperamos que siga así hasta la declaración final”.
Por su parte, Gro Harlem Brundtland ha destacado la importancia de la movilización y la financiación en programas concretos y ha afirmado que es necesario “garantizar a las el mismo acceso a tierra, capital, crédito y mercado que tienen los hombres”. La expresidenta de Noruega ha explicado que según recientes estudios “los beneficios derivados del trabajo de las mujeres en Noruega son mayores a los relacionados con el petróleo”.
Durante la rueda de preguntas, las representantes de UN Women han adoptado un rol más informal. Bachelet ha explicado que se crió en una familia donde el hombre y la mujer eran iguales y no pensaban que las mujeres fueran “ciudadanas de segunda clase”. Cuando llegó a la política tomó la decisión de actuar como era: “no quería ser como esas mujeres que en política hablan con voz grave y aparentan ser fuertes”.
Bachelet ha explicado que las mujeres son “las más perjudicadas cuando no hay desarrollo sostenible, pero también son la clave de la solución”. A lo que Brundtland ha añadido que las mujeres son decisivas “en el control del tamaño de las familias y, por tanto, de la población”.
Carlos Corominas
